"la rayuela",
[...] En pleno contento precario, en plena falsa tregua, tendí la mano y toqué el ovillo París, su materia infinita arrollándose a sí misma, el magma del aire y de lo que se dibujaba en la ventana, nubes y buhardillas; entonces no había desorden, entonces el mundo seguía siendo algo petrificado y establecido, un juego de elementos girando en sus goznes, una madeja de calles y árboles y nombre y meses. No había un desorden que abriera puertas la rescate, había solamente suciedad y miseria, vasos con restos de cerveza, medias en un rincón, una cama que olía a sexo y a pelo, una mujer que me pasaba su mano fina y transparente por los muslos, retardando una caricia que me arrancaría por un rato a esa vigilancia en pleno vacío. Demasiado tarde, siempre, aunque hiciéramos tantas veces el amor la felicidad tenía que ser otra cosa, algo quizás, más triste que esta paz y este placer, un aire como de unicornio o isla, una caída interminable en la inmovilidad [...]
Julio Cortázar
2 comentarios:
El gran Julio Cortazas.... lo disfrutaría mucho más si no fuera obligatorio.
Como todo.
Jijiji k mono d jugar a la Rayuela!
un besico manikA
en lugar de post peñazo (ayudaría algún punto y aparte...), podemos disfrutar de su voz, escuchándolo...
http://www.goear.com/listen.php?v=c664883
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